La historia del café de Origen Tequepexpan es rica y profunda. Cada taza cuenta una travesía multidisciplinaria de la familia Inda, entrelazada con conexiones familiares, raíces que se remontan generaciones atrás y un crisol de profesiones y pasiones.

El encuentro de mi hermana María con Emilio Inda en su cafetería de Tepic reveló un mundo detrás de cada grano. Emilio, arquitecto por formación y también vinculado al área de Biología en la Universidad de Nayarit, es el epicentro de una familia diversamente talentosa. En los Inda coexisten Médicos, Actuarios, Doctores en Ciencias de Datos, y por supuesto, Emilio, el arquitecto. Y en medio de esta diversidad, surge una conexión: el café.

El tatarabuelo de Emilio, tras su llegada del País Vasco a Veracruz, sembró no solo las primeras plantas criollas de café en Tequepexpan, sino también las raíces de una tradición que hoy florece con vigor. Esta conexión ancestral se vuelve palpable al visitar la Finca Origen, que una vez perteneció al abuelo de Emilio. Esta tierra, que ha sido testigo de generaciones, hoy resurge con la sinergia de cada miembro de la familia aportando desde su especialidad.

Origen Tequepexpan nació en 2019 con un claro objetivo: producir ‘el mejor café de la región’. Con el tiempo, esa definición evolucionó, pero el compromiso se mantuvo firme. La empresa busca conjugar la producción de café de alta calidad con el comercio justo y la conservación cultural y biológica. La diversidad del café se refleja en las muestras que se procesan en la Finca Origen, desde aquel cultivado por la familia en Tequepexpan hasta el café de productores amigos en otras regiones de Nayarit.

En Nayarit, la tradición ha sido el consumo de café de proceso natural, una herencia que influyó en la decisión de Origen Tequepexpan de producir cafés naturales de alta calidad. La ubicación geográfica de Nayarit, entre la Sierra Madre Occidental y el Eje Volcánico Transversal, unida a su carácter transicional entre lo tropical y lo subtropical, lo distingue como un origen único.

El compromiso de Emilio no solo se refleja en las tierras de Tequepexpan, sino también en su continua formación en el mundo del café. Su designación como catador Q y su participación activa en cursos y certificaciones muestran una dedicación incansable. Además, Emilio aporta su experiencia y pasión a proyectos de investigación en la Universidad de Nayarit, donde combina la ciencia con la cultura y conservación del café.

Al servir una taza de Origen Tequepexpan en Almanegra, no solo brindamos un sabor excepcional, sino una historia de generaciones, del talento diverso de la familia Inda y su profunda conexión con la tierra nayarita.