La historia de Manto Niebla y los hermanos Villareal es un relato de transformación, creatividad y compromiso con la excelencia. Originarios de Saltillo, Coahuila, Sofía y Pancho no parecían predestinados a ser los líderes en la industria del café que son hoy.

Influenciados por su padre, un arquitecto que les enseñó a apreciar la belleza y la estructura, encontraron su verdadera vocación en la tierra. La medicina, elegida por Sofía, y la agricultura, la pasión de Pancho, se entrelazaron en un camino que les llevaría a cultivar no solo productos, sino experiencias.

En sus inicios, los hermanos se dedicaron a la agricultura tradicional en su tierra natal, cultivando una variedad de productos que les enseñaron la importancia de la calidad y el sabor. Esta experiencia temprana fue fundamental, ya que aprendieron a valorar los indicadores de calidad, como los grados Brix, que miden la dulzura y el sabor de los frutos, una lección que más tarde aplicarían con maestría en su aventura con el café.

La transición al café fue un paso natural para los hermanos, quienes siempre buscaban expandir sus horizontes. Adquirieron 44 hectáreas de tierra en Cerro Espino, Pluma Hidalgo, Oaxaca, en diciembre de 2015, plantaron 27 hectáreas en 2017 y cosecharon su primera producción en 2020.

El compromiso social ha sido un pilar desde el principio, reflejado en su participación en una cooperativa y en la inclusión de figuras clave como Ramiro Ramírez, el productor y encargado de la finca, quien se ha convertido en una parte esencial del proyecto Manto Niebla.

Sofía, con su formación en medicina y su sensibilidad estética, ha aportado una dimensión creativa crucial al proyecto. Ha sido la fuerza detrás de la identidad de la marca, seleccionando los colores y diseñando toda la estética que ahora los define. Su contribución va más allá del trabajo en el campo, impregnando cada aspecto del negocio con un toque de elegancia y atención al detalle.

La pasión por el vino de los hermanos Villareal, aunque aún no materializada en una botella propia, se refleja en su enfoque hacia el café. Su consumo personal de café evolucionó significativamente con la finca, aprendiendo a discernir y valorar cada matiz, similar a la cata de vinos.

Este café de varietal Marsellesa es el resultado de una colaboración única, preparado meticulosamente bajo la guía y protocolo diseñado por Lucía Solís para Manto Niebla. Con una formación en Viticultura y Enología por la UC Davis y una trayectoria como vinificadora en el Valle de Napa, Lucía aporta una perspectiva revolucionaria al proceso de fermentación y tratamiento del café. Su enfoque desafía a los productores a ver el procesamiento como una oportunidad para agregar valor, más allá de la mera reducción de riesgos.

Aplicando su conocimiento en microbiología, Lucía utiliza microbios para crear perfiles de sabor reproducibles y aportar estabilidad a un proceso notoriamente variable. Este café Marsellesa es una expresión de esa visión, donde cada taza refleja la alquimia de la ciencia y el arte, y la pasión compartida de Manto Niebla y Lucía Solís por redefinir la narrativa del café mexicano.

• Estado: Oaxaca
• Región: Finca Manto Niebla,  Cerro Espino, Pluma Hidalgo
• Productor: Sofi y Pancho Villarreal
• Altura: 1,000-1,300 msnm
• Tostado: Tostadora de Cafés Extraordinarios
• Varietal(es): Pluma Hidalgo
• Proceso: Lavado