Esta es la primera vez que en Almanegra probamos un café de República del Congo, una oferta inusual, razón por la cual estamos especialmente complacidos con este café que proviene de una estación de lavado en el territorio de Kalehe, en el lado sur del gran Lago Kivu.

Aunque el café se ha cultivado en esta área durante más de seis décadas, las fincas de café fueron abandonadas debido a la inestabilidad civil reciente.

Ubicada a más de 1500 metros de altura, la zona es ideal para el cultivo de café, ubicada en las estribaciones de uno de los volcanes en la Zona de Rift Albertina.

La paz reciente ha permitido que los agricultores vuelvan a plantar café y se han establecido cooperativas para ayudar a construir una infraestructura de café necesaria y facilitar la exportación de café.

Esta estación de lavado sirve a 700 agricultores, con fincas pequeñas de 200-400 árboles de café en menos de media hectárea de tierra, plantadas principalmente con Bourbon y Typica.

Tiene un dulzor especiado a canela y azúcar, notas de hierbas y especias amaderadas. Sabe a malta, tabaco y té negro. El resabio nos recuerda a ese amargor cuando mordisqueamos un clavo de olor.